Angel López González, Elías Rovira Gil, José Arenas Fernández
Pasados más de cuarenta años desde que se estandarizaron las modernas técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y la homogeneización en lo referente a su aplicación y enseñanza tanto al personal sanitario como a la población en general, los esfuerzos para actualizar las recomendaciones en reanimación cardiopulmonar dieron lugar a que en el año 2005 la European Resuscitation Council publicara sus Guidelines for Resuscitation, centradas en aumentar el número de reanimaciones iniciadas por el primer testigo, para de este modo conseguir un mayor número de reanimaciones exitosas. Para ello, se simplificaron los algoritmos dirigidos a la población general y primeros intervinientes, se sigue insistiendo en la recomendación de disponer de una Desfibrilación Automática Externa (DEA) en aquellos lugares públicos con riesgo de que alguien pudiera tener una parada cardiorrespiratoria (PCR) y se modificó la secuencia de RCP a 30:2 para, de este modo, aumentar el número de compresiones conseguidas en un minuto. Siguen indicándose el uso de dispositivos de apertura de vía aérea alternativos y la alerta precoz a los Servicios de Emergencia. En la Reanimación Avanzada (RA) los principales cambios aparecen en la secuencia de desfibrilación, supeditando ésta a la realización de masaje/ventilación. Por todo ello, el objetivo de este artículo es recordar los principales puntos de atención de estas recomendaciones y actualizar algunos otros.