Este artículo intenta determinar las diferencias y similitudes existentes entre jóvenes de Barcelona y jóvenes de Bogotá, en cuanto a sus hábitos de consumo de sustancias psicoactivas, la percepción que tienen sobre actividades que involucran el consumo y cómo la percepción de riesgo influye en estos hábitos. La muestra la componen 865 jóvenes de ambas ciudades escolarizados, entre los 15 y los 18 años. Se utilizaron las variables de riesgo estudiadas por Benthin, Slovic y Severson (1993) para evaluar la percepción de riesgo y los hábitos de consumo se evaluaron mediante las respuestas de los jóvenes a preguntas sobre la edad en la que consumieron por primera vez alguna de las sustancias, frecuencia de consumo en la última semana y la intención de consumo en el siguiente año. Se encontró que la edad de inicio del alcohol, marihuana y la primera vez que se embriagan, es significativamente diferente según la ciudad en la que se vive. Los jóvenes de Barcelona tienen una propensión y un consumo real mayor que los jóvenes de Bogotá, en cuanto a todas las sustancias evaluadas. Percibir placer o beneficios predice un incremento en la intención y la frecuencia de consumo de la mayoría de las sustancias a excepción de los jóvenes mayores (17 a 18 años) de Bogotá. El miedo a las consecuencias, o el percibir riesgo a enfermarse o herirse y la facilidad para acceder a las sustancias no parecen tener una influencia clara en los diferentes hábitos de consumo.