El objetivo de este artículo es analizar las opiniones de adolescentes y jóvenes, de población gitana y no gitana, sobre la relación entre el consumo de drogas recreativas y las prácticas sexuales que incrementan el riesgo de infección por VIH. Para ello se ha desarrollado un estudio transversal descriptivo que emplea una metodología cualitativa. Se realizaron 14 grupos focales en los que participaron 98 adolescentes y jóvenes y 7 entrevistas semiestructuradas a jóvenes usuarios de drogas recreativas. Los resultados fueron triangulados. En el análisis aparecen dos grandes líneas discursivas. La primera defiende que el consumo moderado de alcohol facilita el encuentro sexual, pero no implica la asunción de riesgos. Sin embargo, el policonsumo o consumo elevado de drogas recreativas se relaciona con la despreocupación por los riesgos sexuales, y en varones con pérdida de sensibilidad sexual que justifica el no uso de preservativos. La segunda argumenta otros motivos para no utilizar preservativos, entre ellos la falta de disponibilidad de los mismos, la confianza en la pareja sexual, una concepción del deseo como algo incontrolable, el enamoramiento, el estado de ánimo o la autoestima. De los resultados se derivan recomendaciones para prevenir la transmisión sexual del VIH, como distribuir preservativos en espacios donde se consume alcohol y otras drogas, publicitar su uso y el de otras barreras en prácticas bucogenitales, trabajar en la optimización del placer con varones, convertir en objeto de campañas a las parejas estables y formar a mujeres adolescentes en habilidades sociales para negociar el uso del preservativo.