Eduardo Olano Espinosa, S. Veiga, C. Nuez, A. González
Objetivos. Sistematizar el por qué y el cómo se debe y puede hacer tratamiento de deshabituación tabáquica en formato grupal, atendiendo siempre a los máximos niveles de evidencia disponibles.
Material y métodos. Se realizó una revisión no sistemática de estudios clínicos y artículos de revisión, incluidos en la biblioteca Cochrane y en las bases de datos Medline, Science Citation Index y Psychinfo. Se revisaron asimismo las Guías de práctica clínica sobre atención al fumador y los protocolos de atención grupal publicados en nuestro país.
Resultados. El tratamiento en grupo del tabaquismo es eficaz y coste-efectivo. Sin embargo, para que sea así, dicho tratamiento debe reunir unas características específicas, tanto generales como del terapeuta y del grupo. Asimismo, precisa de una estructuración y componentes determinados. Todos estos elementos se revisan en el artículo.
Conclusiones. El uso de un formato grupal en una intervención para dejar de fumar tiene dos justificaciones fundamentales: 1. Su eficacia se ha demostrado de forma rotunda, siendo en ello al menos equivalente a otras intervenciones que implican contacto personal a nivel individual y consistentemente mejor que los materiales de autoayuda por sí solos (fuerza de evidencia A). 2. Su mejor relación coste-efectividad. Es posible que exista, además, un beneficio terapéutico específico (evidencia tipo C). Dicho de otra forma, el abordaje grupal ofrece mejores tasas de abstinencia que las intervenciones breves y a un coste menor que la terapia individual intensiva.