La prevalencia del reflujo gastroesofágico y de la enfermedad por reflujo gastroesofágico es muy alta. Numerosos factores relacionados con el estilo de vida influyen en su aparición y evolución. La obesidad, el decúbito, comer rápido, el tabaco, el alcohol y el ejercicio favorecen los síntomas de reflujo (pirosis y regurgitación ácida). Algunos trabajos apuntan al chocolate, zumos ácidos, bebidas con gas y cebolla como factores que desencadenan síntomas de reflujo. Sin embargo, son necesarios más estudios que ayuden a confirmar estas observaciones. La proporción de grasa en la comida y el estrés no son factores desencadenantes. Masticar chicle después de comer, la bipedestación y acostarse 4 h después de la cena mejoran los síntomas de reflujo y de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.