Xavier Formiguera, Ángel Sierra
El tratamiento de la obesidad sigue basándose en el trípode clásico formado por el consejo nutricional, el aumento de la actividad física y la utilización de fármacos. Sin embargo, en los últimos años se han producido novedades tanto en lo referente a los objetivos del tratamiento como en la aparición de nuevas moléculas. Con respecto a los objetivos del tratamiento de la obesidad, su éxito no radica en adelgazar mucho, sino en conseguir una pérdida de peso moderada (un 5-10% del peso inicial) pero mantenida y a expensas de la grasa visceral. Es decir, más que peso, lo que interesa es reducir cintura para, sobre todo, mejorar o prevenir las complicaciones metabólicas y vasculares de la obesidad. En lo referente a los fármacos, una nueva molécula está a punto de aparecer en el mercado farmacéutico internacional: rimonabant. Es un bloqueador selectivo del receptor endocannabinoide CB1, que ha demostrado su eficacia y seguridad para tratar la obesidad y sus comorbilidades. Otro fármaco, ya conocido, el orlistat, se ha mostrado eficaz en la prevención de la aparición de diabetes mellitus tipo 2 en pacientes obesos con o sin intolerancia a la glucosa.