Fundamento: Recientemente se han registrado brotes de parotiditis en España y en otros países desarrollados. Los motivos barajados son la baja cobertura vacunal de las poblaciones afectadas y/o la baja efectividad de las cepas vacunales empleadas. Este trabajo describe un brote de parotiditis ocurrido en Bizkaia y valora la efectividad de las cepas vacunales y la utilidad de las pruebas diagnósticas actualmente empleadas.
Métodos: Se etiquetaron como casos aquéllos con clínica compatible y vínculo epidemiológico en el periodo de estudio (febrero-mayo-2006). Se recogieron muestras de sangre para estudio de IgM e IgG y de saliva para detección de RNA y genotipo. Se averiguó el estado vacunal y la cepa empleada mediante los registros del reparto vacunal. Se realizó un análisis univariante de los datos y se obtuvieron riesgos relativos según las cepas vacunales empleadas.
Resultados: Se detectaron 63 casos; 52 eran alumnos del mismo colegio. El 50% tenía entre 9 y 13 años. El 88,5% de los casos del colegio estaba correctamente vacunado. La sensibilidad de la IgM fue del 9% y la de la PCR del 37%. El riesgo relativo de los alumnos vacunados con una primera dosis de cepa Rubini frente a los vacunados con cepa Jeryl-Lynn fue de 3,8 (IC95% 2,27-6,49).
Conclusiones: La elevada cobertura vacunal no impide el desarrollo de brotes en lugares con un alto grado de exposición.
La IgM se muestra poco sensible para el diagnóstico de parotiditis. Parece necesario replantearse las estrategias vacunales y los métodos diagnósticos actuales.