Los servicios regionales de salud son el instrumento creado por las Comunidades Autónomas (CCAA) para llevar a cabo la gestión de las responsabilidades sanitarias que les han sido traspasadas en el proceso de descentralización que ha tenido lugar en España. En el artículo se analizan las formas estructurales que han adoptado esos servicios, así como las decisiones que han adoptado para llevar a cabo diferentes políticas, desde la construcción de nuevos centros sanitarios, al abordaje de las listas de espera, la introducción de "nuevas formas de gestión", la gestión del personal, las compras de material y productos sanitarios o la modificación del catálogo de prestaciones. Con arreglo al análisis realizado, las políticas llevadas a cabo por los servicios regionales de salud han adoptado patrones esencialmente homogéneos orientados antes a reforzar sus facultades discrecionales de decisión, y a través de ellas a reforzar su poder institucional, que a establecer condiciones diferenciadas de gestión, justificadas por condiciones sanitarias o preferencias políticas distintas en cada territorio. En esas condiciones el mantenimiento de la protección sanitaria universal en España requeriría de una intervención externa y "superior" a esos servicios, capaz de garantizar su colaboración a ese objetivo común. La semejanza de los planteamientos políticos de los diferentes partidos con posibilidades de gobierno, tanto en el ámbito central como en el autonómico, hacen difícil prever de dónde podría partir una iniciativa de ese carácter, cuya orientación principal se dirigiese a lograr el funcionamiento coordinado de los servicios de salud.