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José Antonio Rubio García
Objetivo: Analizar la influencia del consumo de carne magra de cerdo (P) y de ternera (V) en el perfil lipídico de sujetos sanos, cuando se realiza dentro de un patrón de dieta saludable con bajo contenido en grasa total (TF), ácidos grasos saturados (SFA) y en colesterol.
Diseño: Ensayo cruzado doble, aleatorizado y controlado.
Sujetos: 44 sujetos sanos (22 varones y 22 mujeres), reclutados de forma voluntaria de la Universidad Complutense de Madrid. Los pesos y los perfiles lipídicos de estos voluntarios y su patrón de alimentación eran típicos de las personas de nuestra área.
Intervenciones: El estudio consta de 4 fases: fase de estabilización (5 semanas), los participantes seguían su dieta normal; segunda fase (6 semanas), la mitad de los sujetos se randomizaron para que consumieran carne magra de cerdo o de ternera, 150 g al día, durante la principal comida del día; periodo de lavado (5 semanas) y fase final, que era la segunda fase de intervención (6 semanas). Durante las fases de intervención, sólo la principal comida se realizaba en el hospital. El resto de las dietas de los sujetos estaba constituida pormenús diferentes para 2 semanas que seguían las recomendaciones de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA).
Resultados: Tras ambas intervenciones, hubo una reducción media de un 5,5% en el LDL colesterol. Sin embargo, después de cada intervención no encontramos diferencias significativas entre los que consumieron P, 2.62 (0.55) mmol/L y estos que consumieron V, 2.71 (0.47) mmol/L. No se observó diferencias en el resto de los parámetros analizados entre los que consumieron P y los que consumieron V.
Conclusiones: El consumo de P y B produce efectos similares sobre el perfil lipídico de sujetos sanos. Su consumo, formando parte de dietas controladas engrasa saturada y colesterol, podrían incluirse en pautas alimentarias, tanto de dietas normales como terapéuticas.
