N. González García
La incidencia de la infección por Clostridium difficile ha ido aumentando progresivamente en las últimas décadas y en la actualidad se considera la primera causa de diarrea nosocomial en los países desarrollados, con grandes dificultades para su erradicación en el medio hospitalario. Los pacientes ancianos se encuentran especialmente predispuestos por los cambios asociados a la edad del aparato digestivo, junto con las características propias del envejecimiento (comorbilidad, mayor uso de antibióticos, etc.), y esta población es la principal afectada (hasta un 80% de los casos). La infección por C. difficile conlleva un aumento del gasto sanitario en relación con el aumento de la estancia hospitalaria, con una mayor morbimortalidad, con todos los aspectos diagnósticos y terapéuticos que esto implica. Los hospitales deberían desarrollar estrategias para la prevención y el control de la infección por C. difficile, que deberían incluir un adecuado uso de los antibióticos. Se expone una actualización de la infección por C. difficile con especiales referencias a la población anciana, a la vez que se desarrollan guías prácticas para su abordaje clínico hospitalario.