V. Bezrukov
Objetivo: revisar la tasa de prevalencia de las personas centenarias de los países europeos y su relación con el grado de desarrollo socioeconómico, el contexto cultural e histórico, así como los factores individuales de longevidad.
Material y métodos: análisis de los datos demográficos presentados en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas fuentes de carácter nacional, así como los resultados obtenidos en estudios relativos a las personas centenarias en Europa.
Resultados: según el Department of Economic and Social Affairs (DESA) de la ONU, el número total de personas centenarias en la Europa del año 2000 era de 46.600, es decir, 65 por cada millón de personas de la población general (23 en Europa oriental, 50 en Europa del sur, 106 en Europa occidental y 135 en Europa del norte). La tasa de prevalencia de personas centenarias osciló entre la cifra más baja de 10-30 por cada millón (en la República Checa, Bulgaria, Rumanía, Polonia, Rusia, Ucrania, Portugal, España), la cifra intermedia de 80-120 (Italia, Alemania, Dinamarca, Bélgica, Suecia) y la cifra más alta de 140-160 (Noruega, Grecia, Francia, Reino Unido). Desde el punto de vista demográfico, el grado de longevidad y el número de personas centenarias dependen en gran medida de la tasa de natalidad y de supervivencia infantil. Hay diversos factores sociales e individuales que contribuyen a la longevidad: nivel socioeconómico, entorno social, nutrición y estilos de vida, además del factor hereditario y el sexo. Por ejemplo, la proporción de varones entre las personas centenarias es mucho más baja, y el cociente varón:mujer oscila en los diferentes países entre 1:8 y 1:3. La segunda guerra mundial influyó de manera espectacular en el grado de longevidad y en las diferencias de sexo entre las personas centenarias de los distintos países en los que hubo una gran pérdida de vidas humanas (como los países de Europa oriental y central). Esta misma tendencia se observó respecto al efecto del nivel de desarrollo socioeconómico sobre la esperanza de vida y la longevidad.
Conclusión: la longevidad está ampliamente extendida en Europa pero con una distribución desigual, lo que está relacionado con la confluencia de factores históricos (guerras u otras convulsiones políticas), culturales, biológicos, psicoconductuales y socioeconómicos.