Diana Rodríguez Villar, Lorena Muñoz Devesa, Ulpiano P. García López
Objetivo. Evaluar si hay diferencias en la indicación de iniciar tratamiento hipolipidemiante al utilizar 2 tablas de riesgo cardiovascular distintas.
Diseño. Observacional, transversal.
Emplazamiento. Un centro de salud del departamento 10 de Valencia.
Participantes. Se incluyó a 355 individuos de ambos sexos entre 40 y 75 años sin eventos cardiovasculares ni tratamiento hipolipidemiante, que participaron en el Programa de Salud del Adulto entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2004, de los cuales se perdió a 192.
Mediciones principales. Se recogieron las variables que computan en las tablas de Framingham-Wilson (F) y REGICOR (R). Se calculó el riesgo coronario total con una y otra y si había diferencias. Después se evaluó si había diferencias en la indicación de iniciar tratamiento hipolipidemiante según las guías del ATP-III.
Resultados. Los grupos de riesgo obtenidos y la indicación de tratamiento se compararon mediante tablas de contingencia y la medida de acuerdo kappa (?). Un 34,9% de los pacientes descendió de categoría de riesgo con R respecto a F (? = 0,125). En cuanto a la indicación de tratamiento, el valor de kappa fue de 0,699. Este resultado es similar si se analiza por sexos y por fumadores. Para los diabéticos, la discordancia entre las tablas de riesgo es máxima (? = 0,006); sin embargo, la actitud terapéutica no varía (? = 1), ya que todos son considerados de alto riesgo.
Conclusiones. La tabla de F sobreestima el riesgo coronario en nuestro medio, lo que lleva a iniciar tratamiento hipolipidemiante en un 6,1% de pacientes más que con R en todos los grupos excepto en los diabéticos.