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Se estudia la prevalencia de caídas recientes en mayores de 89 años institucionalizados, y se comparan las características entre pacientes «caedores» y «no caedores». Se recogen datos sociodemográficos de 49 pacientes nonagenarios (89,7% mujeres), su capacidad para realizar actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, estado cognitivo e índice de comorbilidad. Se valoró además la capacidad visual y auditiva. Veintiséis pacientes (53,1%) habían tenido al menos una caída durante el año anterior. No hubo diferencias significativas en las variables evaluadas entre pacientes nonagenarios que habían caído en el año previo y el resto. Ante el elevado porcentaje de caídas en este grupo, parece básico intensificar las medidas para evitar caídas en los individuos nonagenarios institucionalizados.
