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José María Carreras Castellet, Isabel Fletes, Mónica Quesada, Beatriz Sánchez Torrecilla, Leopoldo Sánchez Agudo
Fundamento y objetivo: Evaluar un tratamiento intensivo del tabaquismo realizado por teléfono de forma proactiva, comparándolo con un tratamiento similar realizado cara a cara en grupo. Diseño: Estudio prospectivo, controlado y observacional llevado a cabo en la práctica clínica diaria. Pacientes y método: Participantes: 383 fumadores de más de 10 cigarrillos al día, 176 para tratamiento telefónico y 207 para tratamiento cara a cara en grupo, mayores de 18 años, captados entre abril y noviembre de 2003. El estudio se llevó a cabo entre abril de 2003 y mayo de 2004. Técnica de tratamiento: 11 intervenciones cognitivo-conductuales durante 6 meses, más parches de nicotina de 24 h en dosis estándar y chicle de nicotina de 2 mg a demanda. Variable principal: abstinencia prolongada autodeclarada a las 24 h y 1, 2, 4, 6, 8, 12, 16, 20 y 24 semanas después. Resultados: La abstinencia 1 y 2 semanas después era significativamente mayor en el grupo de tratamiento cara a cara en grupo que en el telefónico (primera semana, el 80,2 frente al 65,9%; p = 0,001; segunda semana, el 77,3 frente al 65,3%; p = 0,007). Posteriormente, la diferencia deja de ser significativa, y a las 24 semanas es prácticamente igual, el 54,6% en el tratamiento cara a cara en grupo y el 54,5% en el telefónico. Conclusiones: El programa de tratamiento intensivo del tabaquismo con terapia sustitutiva con nicotina es, a los 6 meses, igual de eficaz si se realiza en el marco telefónico de forma proactiva que si se realiza cara a cara en grupo.
