A menudo los servicios en general y los sociosanitarios en particular olvidan que la razón de su existencia es el ciudadano que tiene problemas sanitarios y/o sociales, en proporciones diferentes y que, además no puede resolver por sí mismo. Así, los responsables de los servicios deben considerar la perspectiva de los ciudadanos no a modo de eslogan, si no como parte del propio desarrollo social. Los dos pilares principales sobre los cuales se sostiene cualquier modelo de atención sociosanitaria son, por una parte comprender y respetar la complejidad del ser humano y por la otra, separar las decisiones técnicas de la política. Proponer un modelo ideal no implica caer en la utopía.