Martha Lucía Vásquez Truissi
El cuidado, como valor subjetivo, debe su existencia, su sentido, su validez, a las reacciones del sujeto que valora. El cuidado no existe por sí solo, flotando en el aire, sino que está incorporado: la necesidad de un depositario en quién descansar lo condena a una vida parasitaria. Por ello decimos que es inherente a la vida humana. Como valor, el cuidado es percibido tanto por el que cuida como por el que es cuidado. Cuidar, desconociendo el ethos de la cultura de quien es cuidado nos llevaría, de un lado, a ignorar al ser humano como producto y productor de cultura, y de otro, a abolir el carácter relacional que tiene el cuidado, indispensable para que exista valoración.
Care as a subjective valuation owes its existence, sense and validity to the reactions of the person who evaluates it. Accordingly that valuation is real because it happens in the real world and it is not a fantasy of the subject. Care does not exist by self, floating in the air since it has to exist parasitically in a depositary. Thus we say that it is inherent to human life. As a value care is perceived by both the caregiver and the care receiver. To provide care is regarding the cultural ethos of the patient leads first to ignore the human being as product and as producer of culture and secondly to abolish the relation and character of care that makes its valuation possible.