Michele Staton Tindall, Carrie B. Oser, Carl Leukefeld
En Estados Unidos la investigación ha demostrado de forma consistente que el consumo de drogas y la actividad delictiva están muy relacionados, como queda patente en el creciente número de consumidores de sustancias recluidos en prisiones y cárceles estadounidenses en las dos últimas décadas. El número de consumidores de sustancias encarcelados ha generado progresivos esfuerzos por desarrollar, poner en práctica y comprobar intervenciones tanto en programas institucionales como en programas comunitarios de reinserción. En el año 2002 estos esfuerzos cristalizaron en el desarrollo de las subvenciones del acuerdo cooperativo para Estudios sobre el Tratamiento del Consumo de Drogas y la Justicia Penal (CJDATS), otorgadas por el Instituto Nacional contra el Consumo de Drogas (NIDA). CJDATS ha ejecutado doce protocolos de investigación diseñados para identificar los diferentes niveles del progreso de un delincuente desde la institución a la comunidad, incluyendo la valoración de prácticas habituales, la promoción de una reinserción estructurada, el desarrollo de instrumentos de proyección y referencia y el diseño de nuevos modelos de tratamiento. Asimismo, CJDATS tiene un interés especial en poblaciones de delincuentes (como las mujeres) y tratamientos específicos (como el VIH). El éxito del CJDATS depende en gran parte de la colaboración a nivel local, estatal y nacional con las administraciones y las instituciones de tratamiento tanto en los establecimientos correccionales como en la comunidad.