Nicasio Narín-Gámez, María de los Angeles López Salido, Antonia Márquez García, José Antonio Trujillo Pérez, Francisco Jódar Morente, Mónica Rodríguez Galdeano
Una insuficiente comprensión del informe clínico de alta puede tener consecuencias relevantes. La dificultad de lectura es una barrera de comunicación que se ha relacionado, entre otros, con un aumento de los costes asistenciales y un escaso cumplimiento terapéutico. Desconocemos el grado de dificultad en la lectura de los informes clínicos de alta hospitalaria en nuestro país. Se plantea este estudio con el objetivo de demostrar que la dificultad de lectura de los informes de alta es mayor que la deseada según un estándar recomendado y que la legibilidad de comprensión, probablemente, se asocia con la modalidad de redacción empleada. Se han revisado 166 informes de alta de un servicio de medicina que se clasificaron en 2 subgrupos según el estilo de redacción: a) descriptivo --caracterizado por un continuo y exhaustivo detalle de datos técnicos--, y b) narrativo --que se erige sobre expresiones a priori más sencillas y menos cuantitativas--. Se determinó la complejidad de lectura mediante el índice de Flesch y el recuento de «palabras blindadas». El índice de Flesch medio de todos los informes fue de 53 puntos (muy por debajo del nivel de legibilidad recomendado), y la diferencia fue más evidente en el subgrupo descriptivo que en el narrativo. Los informes descriptivos contenían más palabras blindadas que los narrativos. Se concluye que la legibilidad de los informes de alta excede la capacidad de lectura de la mayoría de los pacientes. El estilo narrativo es más comprensible que el descriptivo.