La actividad física es un componente clave para el óptimo desarrollo físico y saludable del cuerpo. La sustancial reducción de actividad física en niños durante las últimas décadas ha contribuido a un incremento de la obesidad en la niñez y los problemas de salud relacionados. A nivel educativo, se espera de la asignatura de educación física contribuya al crecimiento saludable de los alumnos y desarrolle y promueva estilos de vida físicamente activos. Sin embargo, esta materia tiene difícil el cumplimentar esta expectativa dado el insuficiente tiempo, recursos, entrenamiento profesional y apoyo curricular y administrativo. El presente artículo aborda una nueva perspectiva en la contribución de experiencias durante las clases de educación física basada en el desarrollo de habilidades, el incremento de las capacidades físicas (fitness) y el establecimiento de un estilo de vida saludable y activo. Se realizan recomendaciones prácticas para el incremento de los niveles de actividad física en el colegio con mínimas alteraciones del currículo académico. Los autores introducen cuatro conceptos originales: de educación activa, cultura personal de actividad física, conductas apropiadas según el tipo de actividad física, y capacitación del alumno. A partir de estos conceptos, se propone un nuevo rol de los educadores físicos como facilitadores y promotores de una educación activa y de una vida saludable.
Physical activity is a key component of optimal physical development and health. A substantial decline in children's activity levels during the last few decades has contributed to a rising prevalence of childhood obesity and related health problems. Physical education programs at schools are expected to enhance students' growth and development and promote physically active living. However, such programs have difficulty fulfilling the expectation due to insufficient time, resources, trained professional, and curricular and administrative support. A new perspective on the contributions of physical activity experiences during the physical education programs aimed at skill development, fitness enhancement and establishment of a healthy, active lifestyle is the subject of discussion in this article. Practical recommendations for increasing students' physical activity levels at school with minimum disturbance of academic curriculum are outlined. The authors introduce four original concepts of active education, personal physical activity culture, proper demeanors for different categories of physical activity, and student empowerment. In light of these concepts, a new role of physical educators as advocates of active education and promoters of healthy living is also discussed.