Se reitera el incremento que en los últimos años ha tenido la población de adultos mayores, hecho que repercute en el número también cada vez más alto de personas residentes en asilos para ancianos, lugares que por lo regular dependen del estado y cuyas características tanto materiales como su infraestructura en cuanto a personal especializado para atender a las personas que ahí viven, deja mucho que desear. Este último aspecto es el punto cardinal de este trabajo, ya que los cuidadores, trátese de enfermeras, psicólogo, médicos, trabajadoras sociales, entre otros, realizan un papel crucial en el funcionamiento de tales instituciones. El cuidador, al igual que los residentes, es un ser humano, con una carga inherente a la labor que realiza y que, además, transita por todas las emociones o conflictos que implica desempeñar su puesto, al igual que los que cuida, necesita ser cuidado y atendido para el logro del bienestar de ambos.