La muerte se considera en nuestra sociedad un tabú, como también lo es para las instituciones y profesionales sanitarios. La muerte debe estar inserta en un proceso de morir; la inclusión de una persona en este proceso está condicionada por factores sociales y culturales. De la consideración de una persona como moribundo dependen muchas decisiones y actitudes de la propia persona y de los que rodea. Metodología: se decidió conducir nueve entrevistas semi-estructuradas a personal sanitario de una residencia de ancianos en contacto directo con el moribundo, con el fin de determinar qué significa para ellos la muerte, qué actitudes y comportamientos tienen para con los moribundos, cómo distinguen a aquel que muere, y qué factores condicionan el proceso de morir en ese ámbito privilegiado de estudio. Resultados: el profesional considera la muerte de los residentes un descanso, cree que puede identificar al moribundo y trata de calcular el momento del deceso. El comportamiento de los trabajadores con los moribundos cambia respecto al resto de los residentes. El factor ambiental que más influye en el comportamiento con los moribundos es la falta de tiempo. La metodología cualitativa es necesaria para estudiar el proceso de morir.