El propósito del trabajo que se presenta en este artículo fue poner en marcha en un hospital un programa de educación de los pacientes sobre el uso de los inhaladores y evaluar su efectividad al finalizar el mismo.
Metodología: se utilizó una encuesta según modelo de inhalador en la que se valora el grado de conocimientos de cada una de las etapas del uso del inhalador y el grado de cumplimentación con cada una de ellas. El seguimiento se realizó al mes, tres y seis meses de la intervención. Al final del estudio se pasó encuesta de satisfacción.
Resultados: participaron 42 pacientes y terminaron el seguimiento completo 18. El 69% (n=29) utilizaba el inhalador de Cartucho Presurizado. El 78,6% (n=33) tenía un único inhalador en el tratamiento. La media de años de utilización del tratamiento vía inhalatoria era de 2,7.
El 95% (n=40) de los pacientes realizaba la técnica de forma incorrecta al ingreso. Se dio una peor técnica inhalatoria con el uso del Cartucho Presurizado. El 95% (n=17) de los pacientes que hicieron el seguimiento completo realizaron la técnica correctamente al final del programa de entrenamiento.
Conclusiones: el uso incorrecto de este tipo de inhaladores es muy elevado en nuestro medio, lo que hace necesaria la intervención enfermera de educación sanitaria de los pacientes. Ésta se demuestra eficaz para mejorar la técnica de aplicación del inhalador y mejora los conocimientos y el control del tratamiento en el paciente. Es importante integrar al cuidador principal en el programa educativo