Miquel Casas Brugué, Carlos Roncero
El uso de medicamentos estimulantes es una cuestión de plena actualidad en psiquiatría, aunque su utilización y prescripción es controvertida . Fármacos como el metilfenidato, las anfetaminas, o el modafinilo están siendo utilizados y estudiados en distintas enfermedades psiquiátricas como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dependencia de cocaína, en trastornos del sueño y en la depresión resistente. Todos estos fármacos tienen en común, igual que las drogas de abuso, que son medicamentos que actúan sobre el sistema dopaminérgico, que constituye la base neurobiológica del refuerzo fisiológico. Los estimulantes como el metilfenidato o el modafinilo son fármacos eficaces en el TDAH y han sido estudiados en el tratamiento de la dependencia de cocaína. En niños con TDAH el metilfenidato es un factor protector para el desarrollo de drogodependencias. Existen estudios experimentales con modafinilo que muestran la utilidad del fármaco en la dependencia de cocaína, aunque son estudios preliminares, por lo que no se debe considerar que este totalmente demostrado que los fármacos psicoestimulantes sean eficaces en el tratamiento de esta dependencia. Aunque no son conocidos todos los mecanismos fisiopatológicos, parece crítico que el refuerzo, y por lo tanto el riesgo de dependencia, aparece cuando se producen incrementos rápidos dopaminérgicos y que los efectos terapéuticos aparecen cuando son lentos y mantenidos. Las características de uso a dosis bajas administradas por vía oral disminuyen el riesgo de abuso. Para realizar una adecuada prescripción es necesario aclarar, definitivamente, los mecanismos neuroquímicos en los que intervienen, y sus indicaciones en drogodependencias.