En un período de creciente consumo de bebidas alcohólicas y de crecientes daños producidos por el alcohol en el Reino Unido se produce un conflicto entre el actual enfoque de la política del alcohol por parte del gobierno británico y los principios preventivos compartidos por la mayoría de la comunidad científica internacional. Este conflicto representa una confrontación general en Europa entre la ideología del mercado único y la estrategia de restricción que conviene al enfoque de la salud pública. Sin embargo, desde la perspectiva europea deben tomarse en consideración otros factores: las diferencias en las formas de beber que difieren según los países y las culturas; la efectividad de las políticas preventivas; el dilema entre prohibir y permitir.