El Reino Unido experimenta en la actualidad un serio problema con el alcohol, como demuestra el acusado incremento de los porcentajes de mortalidad por cirrosis hepática y la extensión de las enfermedades y los problemas relacionados con el alcohol entre la gente joven. El gobierno inglés tuvo dos grandes iniciativas en 2004 �cambios radicales en la legislación que regula la venta de bebidas alcohólicas y una Estrategia para la reducción de los daños del alcohol en Inglaterra�, que se describen y critican. Según creen la mayoría de los expertos británicos en el campo del alcohol y un significativo segmento de la opinión pública, estas medidas no conducirán a una reducción de los perjuicios relacionados con el alcohol. El gobierno de Gran Bretaña se preocupa más por apoyar la bonanza de la industria del alcohol que por introducir medidas efectivas para limitar los daños causados por sus productos. Sin embargo, se plantea en la conclusión que las reacciones a otra «gran oleada» de consumo de alcohol y problemas con el mismo tal vez obligarán al gobierno a revisar sus políticas sobre el alcohol