Para mostrar la contribución de la evidencia cualitativa a la práctica de la enfermería y la salud comunitaria, se hace necesario primero examinar lo que es evidencia y cual es la relación que hay entre la investigación y la práctica. En este artículo argumento que la evidencia es necesariamente plural, que no se produce en un vacío social o histórico y que para valorar su uso se deben examinar los presupuestos y las expectativas que hay sobre la contribución de la investigación a la práctica. Al valorar su impacto éste se debe contextualizar.
La investigación cualitativa está encaminada hacia la producción de un conocimiento válido y relevante y no a la solución de problemas prácticos; produce evidencia cuya relevancia es más bien general y no específica, por tanto su impacto es indirecto. Los criterios de evaluación del movimiento de la práctica basada en la evidencia se han de ampliar y se han de cuestionar los intentos de jerarquizar las evidencias con parámetros exclusivamente positivistas; el trabajo cualitativo es interpretativo y subjetivo y por ello se resiste a una jerarquización en niveles. Respecto a su uso las responsabilidades son compartidas. Mientras que la responsabilidad de los investigadores es hacer que la evidencia sea accesible, potente y evocativa, la de los lectores es valorar su ajuste y relevancia a las situaciones específicas. Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos los profesionales de la salud es al de la validación e incorporación de los hallazgos a la práctica.