Juan José Zamora Sánchez
Introducción: Las úlceras por presión (UPP) siguen constituyendo hoy día un importante problema de salud y son un indicador de calidad con una relación directa con los cuidados de enfermería. Se plantea un estudio descriptivo con el objetivo de evaluar el grado de conocimiento y aplicación en su práctica asistencial de las recomendaciones que aparecen en las principales guías de práctica clínica para la prevención y cuidado de las UPP, en los profesionales de enfermería de un hospital de agudos.
Material y métodos: Se diseñó un estudio transversal mediante cuestionario autocumplimentado, entre marzo y abril de 2005. La población de estudio es el personal de enfermería (diplomados y auxiliares de enfermería) de las unidades de hospitalización y UCI de un hospital de agudos.
Resultados: Se obtuvo una tasa de respuesta del 37,5% (75 cuestionarios, 80% enfermeras y 20% auxiliares). En general, el grado de conocimiento de las recomendaciones sobre prevención y tratamiento de las UPP, del GNEAUPP, EPUAP y AHCPR entre los profesionales de enfermería de hospitalización y UCI está en torno al 70%, aunque destaca el bajo conocimiento de las intervenciones desaconsejadas por las guías de práctica clínica citadas, tanto en prevención como en tratamiento (aproximadamente, el 40%), Una cuarta parte de la muestra indica no haber recibido formación específica en UPP, ni tan sólo durante la titulación profesional. Aparecen diferencias significativas según los años de experiencia profesional: el 80,77% del grupo < 10 años de experiencia ha recibido formación específica en UPP, frente al 61,90% en el grupo de > 10 años de experiencia.
Conclusiones: Entre las principales fuentes de información utilizadas por los profesionales de enfermería para la toma de decisiones clínicas no se encuentra la bibliografía de investigación, sino otras, factor que puede incidir en el hecho de que el grado de conocimiento de las intervenciones desaconsejadas por las guías de práctica clínica sea bajo, tratándose de intervenciones en las que hay un componente histórico tradicional a su práctica, y las evidencias generadas en la investigación no se han incorporado a la práctica en la medida deseada. También es destacable que la práctica de las intervenciones conocidas es muy inferior a su conocimiento (en torno al 40%), que podría estar relacionado con varios factores causales: organizacionales (falta de recursos materiales, elevada carga de trabajo) y desmotivación de los profesionales. La encuesta utilizada se ha mostrado como un instrumento útil para la detección de necesidades formativas y poder así planificar acciones formativas ajustadas a las necesidades reales de los profesionales. De esta manera, de una posible deficiencia o problema pasaríamos a hablar de oportunidad de mejora.