Objetivo. Mostrar cómo el médico percibe y afronta los errores clínicos y/o acontecimientos adversos (Ec-Ea).
Diseño. Estudio transversal (encuesta postal personalizada).
Emplazamiento. Atención primaria del «Ámbito territorial Costa de Ponent».
Participantes. Todos los médicos con plaza en propiedad en atención primaria (n = 717).
Mediciones principales. Cuestionario estandarizado: frecuencia de errores y eventos adversos; comparación de las respuestas en función de la edad, el sexo, la formación MIR en medicina de familia, en los «negadores» (jamás se han equivocado de manera importante), los «perceptivos» (admiten errores en el último año), los «hiperperceptivos» (admiten 28 o más errores-acontecimientos adversos/año), los «loci internos» (admiten causas personales en los errores) y los hiperseguros (> 7 puntos sobre 10 en seguridad clínica escala de Likert).
Resultados. Contestaron 238 médicos (33,2%), con una edad media de 42,6 años (intervalo de confianza [IC] del 95%, 41,6-43,6). El 28% eran «negadores» (IC del 95%, 22,34-34,26); el 67% «perceptivos» (IC del 95%, 60,79-73,23); el 7,4% «hiperperceptivos» (IC del 95%, 4,41-11,44); el 6%, «loci interno» (IC del 95%, 3,34-9,91), y el 23,4% hiperseguros (IC del 95%, 18,14-29,22). Se informó sobre 10,6 acontecimientos adversos/año/profesional, sobre todo eventos adversos de fármacos (37%) (IC del 95%, 35,36-39,15) y retraso diagnóstico en una enfermedad neoplásica (33%) (IC del 95%, 31,16-34,85). La reacción más frecuente era intentar contactar con el paciente (80%; IC del 95%, 73,24-85,73) y comentar el caso con el equipo (el 41,4%; IC del 95%, 33,97-49,22).
Conclusiones. Los Ec-Ea se reconocen como frecuentes, pero un tercio de los médicos afirma no haberse equivocado nunca de manera importante. El médico varón joven, a diferencia del experimentado, socializa sus errores con el equipo. Los profesionales de «locus interno» e «hiperperceptivos» son proclives a reacciones emocionales más acusadas ante la comisión de errores clínicos. Los médicos reconocen menos seguridad en ORL y oftalmología y, además de éstos, los médicos experimentados también declaraban inseguridad en dermatología y cuidados paliativos