La prevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis C (VHC) en España se sitúa entre la de los países del centro de Europa y la de Italia y varía de unas regiones a otras. Oscila entre el 1,6 y el 2,6%, lo que permite calcular que en España debe de haber entre 480.000 y 760.000 personas infectadas por el VHC. En la población de menos de 20 años la prevalencia es muy baja y a partir de los 30 años va aumentando en relación con la edad. Presos y drogadictos son quienes presentan las tasas más elevadas de infección, entre un 40 y un 98%. Algunas poblaciones de inmigrantes tienen una prevalencia elevada de infección por el VHC, como los asiáticos y los subsaharianos, mientras que los procedentes de Latinoamérica presentan tasas más bajas que la población autóctona. Los pacientes españoles con hepatitis C crónica se infectaron mayoritariamente por transfusiones de sangre, uso de droga por vía intravenosa o durante alguna hospitalización médica y quirúrgica. La reducción del consumo de drogas intravenosas y los programas de intercambio de jeringuillas, así como la eliminación de las hepatitis postransfusionales, han determinado que la incidencia de nuevas infecciones se haya reducido progresivamente: se ha pasado de 6,8 por 100.000 habitantes en 1997 a 2,3 en 2003. Datos preliminares indican que una proporción importante de los nuevos casos de hepatitis C se debe a transmisión nosocomial. En los niños pequeños la transmisión es casi exclusivamente de carácter vertical. A pesar de la reducción de dos tercios de los casos incidentes de hepatitis C que se ha producido en España en los últimos años, es previsible que en los próximos aumente el número de pacientes con enfermedad hepática avanzada debida al VHC que serán atendidos en el sistema sanitario, ya que es previsible que muchos casos ahora no diagnosticados sean reconocidos por primera vez a raíz de algunas de las complicaciones de la enfermedad. Todos los esfuerzos para incrementar el cribado de casos ocultos de hepatitis crónica C en los centros de atención primaria a fin de que reciban tratamiento antes de que alcancen una fase avanzada tendrán un impacto beneficioso en términos económicos y sociales.