La visión que debe tener el equipo de salud, en el que se encuentra la enfermera, hacia el enfermo terminal debe ir dirigida hacia el respeto a su dignidad como persona humana, por sus características de individualidad y complejidad que lo hacen responder de forma impredecible a las circunstancias de la vida.
En el caso del enfermo terminal se hace necesario que la enfermera asuma una actitud madura, empática, manifestada a través de la compasión por el sufrimiento de este enfermo, ponerse en su lugar ante el temor a la muerte como un hecho desconocido del que se siente débil y vulnerable.
El cuidado al enfermo terminal requiere que el equipo de salud y sus allegados lo traten hasta el final con respeto, amor y empatía, por lo tanto este personal requiere una formación sólida en ética para su actuación moral, lo que le permitirá identificar, analizar y reflexionar en forma adecuada, y decidir alternativas ante cualquier decisión en el cumplimiento de sus funciones.
Es fundamental reflexionar sobre el cuidado humano que estamos ofreciendo al enfermo terminal cada uno de nosotros en los momentos actuales, ya que el cuidado como una condición humana debe constituir un imperativo moral en la atención del enfermo terminal.
El personal que labora en ciencias de la salud debe aceptar que la finitud o terminalidad de la vida no es una desgracia, es una etapa irremediable del ser humano, y la dignidad humana debe estar presente hasta el último segundo de vida en este mundo que el creador nos permite.
Es necesario, estar en concordancia con la tecnología, con la ciencia, pero sin perder la perspectiva de las otras personas, es decir la espiritualidad. La ciencia aplicada a beneficio del hombre e impregnada de sabiduría.
The vision that should have the team of health among those that the nurse is toward the terminal sick person should go directed toward the respect to her dignity like human person, for her characteristics of individuality and complexity that make it respond from way impredecible to the circumstances of the life.
In the case of the terminal sick person it becomes necessary that the nurse assumes a mature attitude, empática, manifested through the compassion by this sick person's suffering, to put on in her place in the face of the fear to the death like an unknown fact of which feels weak and vulnerable.
The care to the terminal sick person requires that the team of health and its relatives treat him until the end with respect, love and empathy, therefore this personnel requires a solid formation in ethics for his moral performance, what will allow him to identify, to analyze and to meditate in appropriate form, and to decide alternative in the face of any decision in the execution of their functions.
It is fundamental to meditate since on the human care that we are offering the terminal sick person each one of us in the current moments, the care as a human condition it should constitute a moral imperative in the terminal sick person's attention.
The personnel that works in sciences of the health should accept that the finitud or terminalidad of the life are not a misfortune, it is the human being's hopeless stage, and the human dignity should be present until the last second of life in this world that the creator allows us.
It is necessary, to be in agreement with the technology, with the science but without losing the perspective of other people, that is to say the spirituality. The science applied for the benefit of the man and impregnated of wisdom.