La transferencia de pacientes entre profesionales sanitarios en urgencias es entendida como un proceso dinámico y puramente informativo de la situación clínica del paciente, mediante el cual se traspasa la responsabilidad del cuidado del enfermo a otro profesional sanitario, dando continuidad a los cuidados recibidos hasta el momento.
Surge entonces una serie de preguntas sobre este proceso:
¿A quién informar? ¿Cómo y donde informar? ¿De qué informar? No obstante es significativo el déficit formativo y de información básica sobre uno de los momentos críticos y más valorados por los profesionales como es la transferencia.
Teniendo en cuenta el enfoque actual que se da a este proceso por parte de los servicios de urgencias, debe ser objetivo el formar a los diferentes profesionales sanitarios para que lo realicen de forma reglada, existiendo una coordinación que facilite el traspaso de información de un determinado paciente más allá del proceso en sí mismo, entendiendo como tal el tiempo suficiente que permanece en urgencias el equipo emisor.
Por último hay que plantearse si puede ser cuestionable el valor pronóstico de un enfermo en relación a la calidad de la transferencia, así como el aumento de riesgo de mayor morbimortalidad directamente proporcional a la misma, cuestiones que debiéramos plantearnos en la práctica clínica diaria.
Transfer of patients between health professionals of emergency is meant as a dynamic and purely informative process of the patient�s clinical condition that transfers the patient�s care responsibility to other health professional, giving continuity to care taken untill moment.
Then a sequence of questions about this process appears:
To whom to report? How and where to report? What to report on? However it�s very significant the basic formative and informative lack of one of the critical and best moments to assess damages, the transference.
According to the present focus given by Emergency Departments to this process, the aim must be training different health professionals up to work with a systematic method. There must be a coordination to expedite the informative transfer of a determined patient beyond the process itself (we realise as such the enough time that the transmitter team stays in the Emergency Department).
Finally, there must be considered if we can question the patient�s prognosis in relation to the transfer quality, and the rise of risk of a more morbimortality directly proportional to it. These are questions that we should raise in the daily clinical practice.