Fernando Pérez del Río, Isidoro Martín Martín
Definimos la dependencia del trabajo, como lo hace Álvarez Esteban Sauvagnat en su tratado de psicopatología como "la hiperactividad ocupacional patológica atribuida a trastornos neuróticos que, bien buscando compensaciones simbólicas, bien para evitar la evocación de conflictos [...], interpelan al individuo a una exagerada actividad laboral". Cinco son las hipótesis que nos parece importante reseñar como posible etiología social y emocional de la dependencia del trabajo y que desarrollamos a modo de síntesis en el artículo: la primera tiene que ver con las creencias religiosas calvinistas, "el trabajo redime"; la segunda, la de aquellos que consideran el trabajo como rendimiento y el rendimiento como un valor; la tercera, la de los que lo consideran como algo gratificante; la cuarta, el trabajo como medio para ganar más y, como consecuencia, consumir más; y la quinta, los "despegados" emocionalmente, para quienes el trabajo es como una competición desenfrenada hacia el éxito. A modo de debate exponemos lo que diferentes autores de renombre internacional expresan en torno a estas ideas, y pasamos a continuación a señalar las consecuencias que la dependencia del trabajo tiene en distintos ámbitos de la persona, entre los que destacamos, por su importancia, las disfunciones sexuales. Finalmente, señalamos de forma resumida el tratamiento adecuado. Concluyendo con Jacques-Alein Miller como respuesta a su pregunta, que la brújula es no tener brújula.