El esquí se ha convertido en estos últimos años en un deporte ampliamente practicado y esto ha comportado un aumento de accidentados en los centros sanitarios de referencia. Así mismo la masificación, los nuevos tipos de tablas y el poco juicio de los usuarios ha provocado una variación en el tipo de lesiones observadas. Ello debe tenerse en cuenta cuando se recibe un paciente de este tipo en urgencias, para poder ofrecerle un diagnóstico más certero y así mejorar el pronóstico. Los accidentes de snowboard afectan mayoritariamente a extremidades superiores, abdomen y tórax; mientras que en los de esquí se afectan principalmente las extremidades inferiores y pelvis. No hay diferencias entre ambas modalidades a nivel de los traumatismos craneoencefálicos (TCE) y de raquis. Los TCE graves son los considerados de peor pronóstico y pueden comportar la muerte en algunos casos. Los traumatismos abdominales deben ser manejados médicamente y sólo se consideran quirúrgicos en los casos de inestabilidad hemodinámica o lesiones muy graves no susceptibles de conducta expectante.
La repercusión económica que puede tener para la sanidad de los países afectados hace necesaria una mayor difusión de medidas de protección, la aparición de una reglamentación e incluso restricciones de uso para determinados grupos.