María Isabel Guijarro Martínez
Para la correcta ejecución de un movimiento corporal, el desplazamiento de las superficies articula- res debe realizarse bajo el control de estructuras óseas, capsulares, ligamentosas, musculares y neuro- lógicas. Cuando éste es el adecuado, tanto en dirección como en amplitud, se habla de la existencia de estabilidad articular dinámica disminuyendo el riesgo de microlesiones en los tejidos blandos pe- riarticulares y de sintomatología tal como el dolor lumbar. El control es fundamental en el sector de movimiento en el que la resistencia capsuloligamentosa es mínima (zona neutra) y en el que existe por tanto mayor riesgo de movimientos y fuerzas incontroladas lesivas para los propios tejidos corporales. Es en este sector del rango articular en el que la actividad de carácter tónico de la musculatura seg- mental profunda es la principal responsable del correcto desplazamiento de las carillas articulares, evi- tando la presencia de desplazamientos incontrolados o inestabilidad articular dinámica o funcional, por lo que su valoración será requisito imprescindible en el tratamiento de pacientes aquejados de do- lores musculoesqueléticos y en especial cuando éstos se encuentran cronificaclos en el tiempo.