Las cicatrices producidas por quemadura representan una grave secuela por sí mismas, pero su repercusión va más allá de las complejas molestias y limitaciones físicas, llegando a tener importantes consecuencias psicológicas capaces de limitar las relaciones personales y sociales de sus afectados. A partir de las experiencias expresadas por dos de ellos, y del análisis técnico realizado por profesionales de la Psicología y de la Psiquiatría, expertos en este tipo de afectaciones, obtenemos una visión completa de la situación actual de estos pacientes y proponemos una serie de actuaciones de enfermería destinadas a mejorar la asistencia en el ámbito de los cuidados de la cicatrización.