Los protocolos de aspiración endotraqueal (AET) incluyen la hiperoxigenación e hiperinsuflación para minimizar los efectos negativos que esta técnica conlleva. No hay estudios concluyentes que determinen cuál es el método más eficaz para conseguirlo. Este estudio tiene dos objetivos: comparar los efectos sobre la oxigenación y hemodinámica del paciente durante la técnica de aspiración endotraqueal de secreciones, utilizando como método de hiperoxigenación e hiperinsuflación el respirador o un resucitador manual, y cuantificar el volumen corriente (VC) y FIO2 administrados con resucitador manual.
El número de aspiraciones estudiadas ha sido de 172, realizadas durante el período de ventilación artificial, en el postoperatorio inmediato de 26 pacientes intervenidos de cirugía cardíaca, sin daño pulmonar. La hiperinsuflación e hiperoxigenación antes, durante y después de la aspiración, se realizó con ventilador artificial en el grupo I y con resucitador manual en el grupo II.
En todas las aspiraciones se analizaron parámetros hemodinámicos (PAM, PAPM, FC, GC y arritmias), parámetros ventilatorios y de oxigenación (VC, FIO2, SpO2 y SvO2), así como la influencia del método en la aparición de atelectasias.
Al analizar los resultados se observa que ambos métodos producen un ligero incremento de todos los parámetros hemodinámicos, obteniendo diferencias significativas en la FC (p< 0,001) y PAPM (p< 0,002) sin repercusión clínica. No se registraron arritmias graves.
Al comparar la evolución de la SpO2 y SvO2, entre los dos métodos utilizados no se hallaron diferencias estadísticamente significativas, manteniéndose los valores por encima del valor basal durante todo el procedimiento.
Al analizar la eficacia del resucitador manual (segundo objetivo), en las condiciones establecidas, se objetivó la administración de una FIO2 media de 0,86 y un volumen corriente medio del 153% en relación al volumen corriente basal.
Se concluye que ambos métodos de hiperoxigenación e hiperinsuflación previenen la hipoxia y mantienen la estabilidad hemodinámica en pacientes sin daño pulmonar. En segundo lugar se ha comprobado la eficacia del resucitador manual para administrar concentraciones altas de oxígeno y volúmenes elevados.