Introducción: Actualmente no se dispone de una única escala estandarizada y asequible de medida de calidad de vida (CV). Cualquier propuesta debería incluir la afectación física del paciente, su nivel de independencia y su apreciación subjetiva de felicidad. Combinando tres escalas previamente publicadas definimos el índice de calidad de vida (ICV) como un instrumento cuantitativo, el cual proponemos como un estándar. Mostramos la aplicabilidad y utilidad del ICV como medida del nivel de deterioro de los pacientes después de su ingreso en un servicio de medicina intensiva (SMI). Evaluamos prospectivamente la CV previa al ingreso de los pacientes, determinando si esta forma parte de los factores que influyen en la mortalidad; así como los cambios habidos en la CV a largo término, y cuales son los factores determinantes del deterioro de los pacientes dados de alta en el SMI utilizando indicadores de CV.
Material y método: Para calcular el ICV, combinamos la escala de Karnofsky, el índice de actividades de la vida diaria y la escala percepción de calidad de vida. El resultado es un porcentaje (ICV), que utilizamos para evaluar 536 pacientes después de su admisión en el SMI, seis y 12 meses después del alta. El ICV fue comparado con la gravedad de la enfermedad (Apache II), probabilidad de muerte (MPM), grupo diagnóstico y variables socioeconómicas.
Resultados: Utilizando métodos multivariantes, identificamos cuatro variables significativas relacionadas con la mortalidad: Apache II-MPM, estancia en la unidad, la edad y el ICV. Cuando analizamos el nivel de deterioro a largo plazo, encontramos que la edad avanzada de los pacientes, el alto ICV previo al ingreso y el grupo diagnóstico al cual pertenecía el paciente, explicó el grado de deterioro.
Discusión: El ICV ha sido probado ser útil como un instrumento de medida de estimación cuantitativa de la CV de pacientes críticos.