B. Acosta Mejuto, A. Sola Prado, I. Mirabete Rodríguez, Pilar Delgado Hito
El objetivo del estudio fue conocer el grado de orientación, colaboración y ansiedad de los pacientes ingresados en el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (nivel III) tras suspender la sedación continua prolongada, así como el tiempo de recuperación, entendiendo como tal el logro de la orientación en tiempo, lugar y persona.
Es de diseño descriptivo.
Se analizaron 37 pacientes durante los meses de julio de 1995 a marzo de 1996, que cumplían los criterios de inclusión. Tras suspender la sedación se procedió a la valoración Glasgow (modificado por Cook y Palma ) cada cuatro horas hasta obtener un valor >= 14. Desde ese momento y cuatro veces al día se midieron grados de ansiedad según escala de Hamilton, de colaboración y de orientación mediante escalas de diseño propio.
Finalizaba la valoración cuando el paciente estaba orientado en tiempo, espacio y persona.
Se registró la edad, sexo, enfermedad, gravedad, ingresos previos, tipo de sedación, bolus extra y ansiedad de estado percibida por la familia.
La edad media fue de 65,1 ± 13,3, siendo el 81,1% hombres, la enfermedad más frecuente la respiratoria, el SAPS medio de 10,7 ± 2,6 y el fármaco más utilizado el midazolam en el 81%. Tardaron una mediana de 15 horas (164-0) en despertar con una tendencia superior con el fármaco midazolam. Una vez despiertos, tardaron 18 horas (48-0) en lograr la completa orientación. El grado de ansiedad fue ligero y el de colaboración medio durante todas las mediciones.
No se encontró relación entre las distintas variables.
De los resultados obtenidos concluimos que un plan de atención dirigido a acortar la desorientación temporal y fomentar la colaboración mejorará la calidad del despertar