PROPÓSITO El cambio en la relación médico-paciente, que recientemente ha pasado de afectar a dos personas a ser la del paciente con su equipo asistencial, puede provocar situaciones en las que la confidencialidad se vea alterada. METODOLOGÍA Paciente, destinatario de la información del proceso de salud-enfermedad. Los implicados deben respetar la confidencialidad de los datos, procurar intimidad en los espacios físicos, evitar comentarios sobre los historiales, no facilitar información a terceras personas sin permiso del paciente respetando su derecho a la no información. Historia clínica, documento que recoge la información del proceso asistencial, debe ser también respetado. Todos los miembros del equipo asistencial están sujetos a la confidencialidad, garantizando la protección física de las historias y acotando la información que instituciones ajenas a la sanidad puedan solicitar. La informatización de datos sanitarios plantea nuevos frentes, permaneciendo invariable el secreto médico, por ello se analiza la cobertura legal que vela por el mantenimiento de la confidencialidad. Entre otras, la LORTAD desarrolla aspectos concretos detallando responsabilidades al respecto. CONCLUSIONES Un documento informativo, elaborado por el CEA y repartido por todo el CHAM-NV, detalla las conclusiones del trabajo y está a disposición de los interesados.