Entre los muchos pacientes que necesitan tratamiento rehabilitador en Terapia Ocupacional están los que en la edad adulta han sufrido un accidente cerebrovascular. Uno de los factores de riesgo asociados con más frecuencia a las alteraciones del sistema nervioso central es el progresivo envejecimiento de la población, debido a esto orientaré el siguiente artículo hacia la intervención sobre la población geriátrica. La Terapia Ocupacional ofrece un tratamiento global que abarca las áreas funcional, motriz, sensorial, perceptivo y cognitiva. No debemos olvidar el asesoramiento realizado al paciente, a la familia y/ o cuidadores sobre el manejo de la persona que ha sufrido un ictus, la adaptación del entorno y la prescripción, uso y manejo de ayudas técnicas cuando sea necesario. Las propuestas terapéuticas que expondré a continuación, no son recetas únicas que se puedan emplear del mismo modo en todos las personas que hayan sufrido un ictus. Con cada paciente será necesario una evaluación individualizada de su situación y una adaptación de la terapia según sus déficit específicos. La meta final de la Terapia Ocupacional es la integración óptima del paciente dentro de su entorno familiar y social, con el mayor grado de autonomía posible.