Manuel Ángel Gargallo Fernández
En este artículo se presenta una actualización de la evidencia científica disponible sobre la vinculación de la obesidad con la aparición o la mortalidad por cáncer. De forma casi unánime, los grandes estudios epidemiológicos han coincidido en que la obesidad tiene un riesgo oncológico, fundamentalmente para cierto tipo de cánceres. Las diversas teorías fisiopatológicas que se han postulado para explicar esta asociación van desde simples causas mecánicas o dietéticas hasta genéticas o inmunológicas, pasando por el papel que puedan desempeñar factores hormonales o productos de secreción del adipocito. Además, la obesidad puede tener un papel en el pronóstico de ciertos cánceres, por lo que la repercusión final de la obesidad en la mortalidad por cáncer puede llegar, en ciertas poblaciones, hasta el 20%. Por tanto, entendiendo la obesidad como un agente cancerígeno más, su prevención debe incluirse entre las medidas a adoptar en la lucha contra el cáncer