Objetivo: conseguir que al menos un 20% de los pacientes incluidos en un programa de deshabituación tabáquica se mantuvieran sin fumar a los 3 meses.
Material y métodos: se llevó a cabo un estudio cuasiexperimental pretest-postest de un sólo grupo. Se incluyeron a los fumadores que querían dejar el hábito tabáquico, excluyéndose los que padecían trastornos psiquiátricos y/o usuarios de drogas. Se siguió un programa estructurado de visitas. Los datos se recogieron mediante la entrevista con el usuario al inicio y mediante un cuestionario de satisfacción al finalizar el estudio.
Resultados: iniciaron el programa 99 pacientes. Abandonaron el hábito tabáquico a los 3 meses, 27 (27,3%). De ellos, 17 no necesitaron tratamiento farmacológico, uno utilizó bupropion, 9 caramelos de nicotina y ninguno parches de nicotina. Los intentos previos para dejar de fumar fueron 0,78 (DE:0,85) en los que consiguieron dejarlo, frente a 1,99 (DE:2,35) de los que no (p=0,009). El número medio de visitas realizadas en los que dejaron el hábito fue de 4,85 (DE:1,23) y de los que no 1,88 (DE:1,53) (P<0,0001).
Conclusión: es posible dejar de fumar recibiendo una intervención adecuada, donde la actuación de Enfermería resulta indispensable. Cualquier logro conseguido es un éxito, debido a la alta morbimortalidad producida por el tabaco en fumadores activos y pasivos.