Resumen: Objetivo: La personalidad puede estudiarse a 3 niveles: el clínico (trastornos), el de rasgos y el nivel de variables interaccionales. Hay instrumentos válidos para la medida de los 2 primeros, pero no disponemos de alguno que explore de forma conjunta el nivel interaccional. Proponemos un modelo de tratamiento de las conductas adictivas «guiado por la personalidad» en la línea propuesta por Millon para los trastornos del eje II, que se basa en la función que cumple la droga con relación al patrón de personalidad general.
El objetivo del estudio ha sido diseñar y validar un cuestionario que explore de forma adecuada y sencilla un cierto número de variables de interacción psicosocial en los individuos que realizan tratamiento por abuso o dependencia de sustancias. Escogemos como variables: autoestima, autoeficacia general, optimismo, locus de control, habilidades sociales, autocontrol y estilos de afrontamiento del estrés.
Material y métodos: Se describe el proceso de creación del Cuestionario de Variables de Interacción Psicosocial (VIP), hasta alcanzar su forma definitiva, con 84 ítems. Se validó sobre una muestra de 776 sujetos, 569 en tratamiento por abuso/dependencia de heroína, cocaína, alcohol, cannabis, benzodiazepinas y ludopatía, y 197 sujetos de población general.
Resultados: Todos los participantes cumplimentan el VIP y diversos cuestionarios complementarios para el estudio de validez. La consistencia interna global es de 0,93 y la de las escalas que lo componen se sitúa entre 0,82 y 0,91, salvo las de afrontamiento centrado en la búsqueda de apoyo social (5 ítems), 0,78, y la de locus de control (3 ítems), 0,65. La consistencia temporal de las escalas (entre 4 y 6 semanas) es de 0,92 para población general y de 0,80 para sujetos sometidos a tratamiento. Se estudia la validez aparente, de contenido, de constructo, convergente y discriminante, que resultan adecuadas. Las escalas del VIP predicen una media del 45% de la varianza de los síndromes clínicos del eje I y el 33% de los patrones de personalidad patológica (alcanzando más del 50% en 5 de ellos) estimados mediante el MCMI-II.
Conclusiones: Consideramos que el VIP es un instrumento de utilidad para el estudio de las variables nucleares de la personalidad, que permite la comprensión del valor funcional de la conducta adictiva con relación al patrón general de comportamiento de los sujetos, y puede facilitar el diseño y evaluación de los tratamientos específicos, aunque se puede aplicar en otros ámbitos.