Jonathan Esteve Lanao
Ocho corredores de alto nivel regional (VO2 max 70 ml/kg/min) entrenaron para cross corto y largo durante 24 semanas. Diversas variables de entrenamiento fueron valoradas observando su evolución y relación con los resultados en competición. La velocidad máxima (20 metros de lanzado), así como la potencia láctica (300m) fueron constantes toda la temporada. Asimismo el rendimiento en contramovimiento (CMJ), pero no en SJ, empeorando a lo largo de la temporada. La economía de carrera se midió a lo largo de la temporada con frecuencia cardiaca (FC) y lactato en ritmos controlados. La velocidad en fase I (ritmo correspondiente a 5 pulsaciones por minuto (ppm) por debajo del primer umbral ventilatorio-VT1) se mejoró, aunque en menor grado que las velocidades en fase II (50% entre umbrales) y fase III (1 ppm por encima del segundo umbral ventilatorio-VT2). Se midió la FC en competición. El cross corto (4175m) supuso una media del 95,2% de la FC máxima (FC max) mientras que la prueba larga (10150m) requirió del 92,5%. Se calculó respectivamente una media del 92,8% y 88,6% de VO2 max. El ritmo en la competición corta fue de 3 minutos 10 segundos por kilómetro, estando el 96% del tiempo total en fase III. La prueba larga supuso el 91% en fase III, a ritmo de 3 minutos 32 segundos. El VO2 max relativo y el ritmo de fase II se correlacionaron altamente con el rendimiento en cross corto, mientras que en largo fueron el ritmo en fase I y el VO2 max.