La Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga tanto a empresarios como a trabajadores a poner todos los medios para los accidentes de trabajo. Entre las medidas a las que obliga está el uso de los llamados equipos de protección individual (EPI) destinados a eliminar o minimizar el riesgo derivado de un puesto de trabajo. Dentro de los EPIs se encuentra el clazado de seguridad que está destinado a proteger al pie ante cualquier riesgo derivado del puesto de trabajo. Se trata de reducir el número de traumatismos severos, de amputaciones e incluso muertes que podrían evitarse utlizando el calzado adecuado para cada puesto de trabajo. Como podólogos debemos de conocer los diferentes elementos que conforman el calzado de seguridad para poder aconsejar el tipo de calzado apropiado para cada tarea según el riesgo que acarree para el trabajador.