El embarazo es un factor conocido de riesgo trombofílico. Los abortos de repetición (AR) afectan a un 3% de las parejas en edad fértil. Un 50% de los casos se consideran idiopáticos. Muchos de ellos pueden tener como causa una o más de una alteración trombofílica. Cualquier anomalía en la vascularización placentaria puede propiciar la aparición de complicaciones gestacionales, entre ellas los AR. Estas situaciones complican entre el 1 y el 5% de los embarazos. La presencia de anticuerpos antifosfolipídicos, la deficiencia de proteína S, proteína C, antitrombina III, la presencia del factor V de Leiden, de polimorfismos de la protrombina, de la metilentetrahidrofolato reductasa, del inhibidor del activador del plasminógeno, del fibrinógeno o del factor XIII se han relacionado con alteraciones obstétricas. Además, es posible observar la asociación en una misma gestante de más de un defecto trombofílico, lo cual parece incrementar el riesgo de AR. Todas las pacientes embarazadas o que planeen una gestación y tengan antecedentes de trombosis deben ser estudiadas independientemente de sus antecedentes obstétricos, al igual que todas las pacientes con AR, especialmente si son tardíos. El tratamiento adecuado con aspirina y/o heparina minimiza el riesgo de complicaciones materno-fetales