La sexualidad vivida satisfactoriamente es una expresión de salud. La educación sexual es un tema difícil y en las personas discapacitadas psíquicas se ve aún más agravado por la creencia de que ¿no lo entenderán¿, ¿no serán capaces de decidir¿, ni de ¿usar adecuadamente¿, además de otras falsas creencias, como que ¿las personas retrasadas son asexuadas o son como niños¿, y que ¿no debe de despertarse su interés sexual¿.
La enfermera es el profesional sanitario que está más en contacto con la comunidad y, por consiguiente, conoce a fondo a la población y sus necesidades, tanto individuales como colectivas, para llevar a cabo una correcta Educación para la Salud.
Crear un Programa de Educación para la Salud Afectivo-Sexual en un centro de discapacitados psíquicos fue el objetivo de este trabajo.
Tras la revisión bibliográfica, se propone un programa de Educación para la Salud afectivo sexual para aplicar considerando diferentes niveles: usuarios, familias, profesionales y sociedad.
Un equipo multidisciplinar sería el encargado de llevar a cabo el programa, donde la enfermera, como educadora para la salud, tendría el papel de coordinadora del resto de profesionales