1.- Introducción y objetivos En los últimos años ha habido una evolución importante en las marcas de maratón tanto en hombres como en mujeres, pero de una forma especial en la prueba femenina y muchos son los hechos que han contribuido a ello: la alimentación, los materiales, el control biomédico, etc. Sin embargo, lo que no cabe duda y es una realidad, es que hoy en día se entrena mejor y más acorde con las exigencias de la prueba.
El objetivo del trabajo es mostrar detalladamente los métodos de entrenamiento, su aplicación más adecuada para la mejora del ritmo de competición y la incidencia de la entrenabilidad de la utilización de las grasas en la mejora del rendimiento del maratoniano.
2.- Material Pulsómetro, tapiz rodante, analizador de lactato.
3.- Método Durante las once últimas semanas previas a la maratón el atleta lleva a cabo dos test de campo con determinación de la frecuencia cardiaca la concentración de ácido láctico. El primero es un test con 5 o 6 series de 2000 metros y el segundo test de 7200 m. (3000 + 4200 m.) es de confirmación.
Estos test ofrecen datos que ayudan a programar el entrenamiento y a definir el ritmo de la prueba, siempre que existan unas condiciones estables durante la misma. Las pruebas de valoración se repiten cinco semanas después, tras haber realizado un entrenamiento específico destinado a la mejora del ritmo maratón.
4.- Discusión y resultados Después de un entrenamiento específico con volúmenes de carrera semanales a ritmo maratón entre un 12% y un 16 % del total de los kilómetros recorridos y un 25% de dichos kilómetros semanales entorno a un 10% más despacio que el ritmo de competición, es posible lograr mejoras del umbral anaeróbico entorno a un 10 %.
5.- Conclusiones La aplicación correcta de los ritmos de carrera provoca mejoras sustanciales del rendimiento en la prueba de maratón.