Los carbohidratos prebióticos son ingredientes alimentarios que no son digeridos ni en el estómago ni en el intestino delgado y llegan intactos al colon donde estimulan selectivamente el crecimiento de bacterias beneficiosas para la salud. La lactulosa, obtenida mediante isomerización de la lactosa, la inulina, polisacárido de reserva de vegetales. fructooligosacáridos y galactooligosacáridos, obtenidos mediante síntesis enzimática, constituyen los principales carbohidratos prebióticos utilizados actualmente como ingredientes en alimentación. Los productos originados durante su metabolismo aumentan la presión osmótica del contenido intestinal lo que da lugar a una mayor motilidad aumentando la frecuencia de las deposiciones. Otros efectos beneficiosos atribuidos a los carbohidratos prebióticos incluyen estimulación de la respuesta inmune y reducción del riesgo de osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y cáncer. El creciente interés que envuelve a estos ingredientes alimentarios hace que su utilización en el mercado español e internacional sea cada vez mayor. La presencia de ingredientes prebióticos se indica explícitamente en el envase del alimento. Respecto al etiquetado, la presentación y publicidad de estos alimentos la Unión Europea determina que no pueden atribuirse propiedades preventivas, de tratamiento o de curación de enfermedades. En esta línea, la Unión Europea exigirá que las alegaciones sanitarias de todos los alimentos funcionales, incluidos los prebióticos, están científicamente demostradas.