La calidad de los servicios sanitarios depende de la competencia de los profesionales. Es imprescindible definir y evaluar las competencias profesionales para mejorar la formación, asegurar la calidad y gestionar a los profesionales por competencias. Para ello hay que utilizar una combinación de diferentes métodos.
La evaluación de las diversas etapas (al finalizar la formación pregraduada, la formación postgraduada o de especialización y durante el trabajo independiente) tiene propósitos, contenidos y métodos diferentes, y las instituciones implicadas deben responsabilizarse para conseguir los profesionales que la sociedad necesita.
Desde 1994 se han realizado en Cataluña más de 150 proyectos que confirman la validez, fiabilidad, aceptabilidad y utilidad de estos métodos evaluativos en la formación de pregrado y de postgrado y en la selección y acreditación de profesionales.